El Gobierno Nacional, a través del Ministro Sergio Massa, lanzó ayer una batería de medidas para Precios Justos, versión “Carne”, con un acuerdo con frigoríficos que incluyen bajas de entre 30% y 35% en 7 cortes parrilleros, hasta descuentos por compra con tarjetas de débito, subsidio a la oferta para aumentar la producción y beneficios para carnicerías. Medidas a las que se arribó con una similar forma a la que aplicaba el ex Secretario de Comercio Interior kirchnerista, Guillermo Moreno, cuando prometía el kilo de lomo a 90 pesos, imposible de conseguir. El resultado, perdimos 11 millones de cabezas, las cuales hasta el día de hoy no logramos recuperar y un enorme listado de casos de corrupción y coimas, imposibles de cuantificar.
Sobre estos anuncios, desde la Mesa Agropecuaria de la Coalición Cívica, alertamos que el gobierno vuelve a aplicar recetas que ya fracasaron, insistiendo con acuerdos con frigoríficos y compensaciones que solo se terminarán efectivizando entre los amigos de siempre, de la misma manera que hoy sucede con el FETA (Fondo Estabilizador del Trigo Argentino) o peor aún, con la ex ONCCA (Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario), mientras el fondo del problema sigue sin ser resuelto: la inflación, como así también, la carga impositiva (27% en carne). En definitiva, están tratando de tapar el sol con la mano, de mostrar que “algo están haciendo” y sobre todo, amagar a cumplir la inconclusa promesa de campaña, el “extinguido asadito del domingo”. La realidad es que el precio de la carne no lo pueden controlar y con estas medidas sólo perjudican, como siempre, a los dos extremos de la cadena, el productor y el consumidor.
Los consumidores, en su inmensa mayoría, terminarán pagando más caro los cortes, ya que la medida (en el mejor de los casos) sólo alcanza al 7,8% del consumo. Mientras los productores, por otro lado, mirarán pasar los “beneficios” del programa del otro lado de la tranquera, excepto aquellos pocos amigos que puedan acceder a alguna compensación, después de cumplir con los innumerables requerimientos burocráticos. Pero eso sí, el relato que nos harán creer, es que los están ayudando a todos.
Por último, adelantamos que éstas medidas ya fracasadas hoy aplicadas por Sergio Massa, copiadas de aquellas que implementaba Guillermo Moreno, no traerán soluciones al problema y generará nuevos afectados, ya que este acuerdo de precios sólo se hizo con frigoríficos y supermercados, lo que perjudicará a los consumidores, carnicerías de barrios y a la producción en general. Crearon el FETA prometiendo el pan a 290 pesos por kilo y hoy, después de gastar alrededor de 15.000 millones de pesos, el pan cuesta 500 pesos. ¿Vamos a obtener resultados distintos, si seguimos aplicando las mismas recetas?
En concreto, el anuncio es puro humo y lamentablemente, no es de asado.